Entre clínicas y mazamorras: el principio empatía

En un seminario de filosofía discutíamos una vez sobre cómo fundamentar los derechos humanos. Nos preguntábamos, ¿qué puede comprometernos a todos con la defensa de un derecho establecido como universal? Revisadas las principales teorías sobre el tema, nuestro profesor intervino en la discusión con una respuesta muy sencilla: la evasión del sufrimiento. Era una solución poco elevada, porque apelaba a un reflejo primario del ser humano, pero, por ello mismo, conectó mejor con nosotros que otras propuestas más tradicionales sobre las que no terminábamos de ponernos de acuerdo. Y es verdad, todos los seres humanos buscamos evitar el sufrimiento. Lo he recordado especialmente en estos días de cobros excesivos por parte de las clínicas privadas, y del cambio de nombre a la marca de postres “Negrita”. Sigue leyendo